Nanas para Luz

Hoy hace un mes que me bautizaron. Fue en la costa de la Luz, dentro del malagueño Rincón de la Victoria. Una ceremonia inolvidable, íntima, navideña, luminosa, hermosa, familiar -ya que era el día de la Sagrada Familia- y realmente festiva. De eso de encargó mi tio abuelo Genero, uno de los "Castrillicos" sacerdotes, entregado a su gran pasión: la poesía. Con estas nanas, que nos cantó espontáneamente junto a mi abuela Charo, consiguió dormirme al final de la ceremonia... pero antes no me perdí ni un solo instante de esta celebración en la que yo fuí la indiscutible protagonista.

Por cierto, este rinconcito hoy está dedicado a todas esas personas queridas ausentes que no olvidamos aquel 30 de diciembre y que no pudieron acompañarnos físicamente pero si en espíritu. Un beso enoooooorme.

NANAS PARA LUZ

Cuando LUZ entró en casa,
la flor del día,
con la luz de sus ojos
amanecía.

Sigue luciendo,
LUZ que a este hogar trajiste
la luz del cielo.

Al mirarte tu abuelo
se vuelve chocho,
se emociona y se ríe,
y suelta el moco.

¡Olé, mi niña!:
¿Qué tendrás que a abuelito
lo vuelves lila?

A abuelita y a Alba,
Manuel, Paquita,
a Javier, Pablo y Mari,
Ali, Angelina,

como a Fiona,
a todos tu carita
nos emociona.

Y los otro abuelos,
tíos y primos,
bisabuelita y todos
te lo decimos:

¡Qué guapa eres,
miniatura de rosa
de las mujeres!

Oye cómo te cantan
los pajaritos,
mientras les haces eco
con tus mimitos.

Mi chiquitina,
para que tú te duermas,
mami (papi) te mima.

Cuando ya por la noche
salga la luna,
habrá un ángel del cielo
sobre tu cuna.

Mientras tú duermes,
cuidará de que un ruido
no te despierte.

Dormidita ha quedado,
perla mi niña,
y hasta luz así irradia
también dormida.

Duerme, mi cielo,
para que no despiertes,
yo a ti te velo.

Cuando tu luz nos traiga
otra mañana,
te estaré aquí arrullando
con otra nana.

No te despiertes,
y guarda en tus ojitos
la luz que duerme.

Hoy cumplo 3 meses

Llevo todo el día celebrando mi cumplemeses. El tercero para más señas, por si a alguien le fallan ya las cuentas...

Efeméride unida a un trámite burocrático, pronto empezamos, porque tengo que presentar una foto de carnet para que me registren en la Asociación de la Prensa como hija de mi madre, periodista como sabeis. ¡Qué cosas! Y aquí estoy, menudo careto, cumpliendo como es menester. Esta es mi actualidad y así os la he contado.

Por cierto, los aficionados a las retrospectivas pueden hacer una comparación gracias a estas dos imágenes del día en que viene a este mundo. Aunque lo que no se ve es que he crecido ocho centímetros, casi llego a los seis kilos, me fijo en todo lo que veo con mis preciosos ojos azules (según mi madre), me engancho a cuanto se pone a mi alcance ya sea un peluche o una melena (según mamá también), me rio a carcajadas y me sé las cinco vocales aunque las suelte cuando me da la gana.

Todo un logro. Me felicito!!!

Dormidos

Qué bien se está en los brazos de papá, y más después de un buen biberón matinal. De esta guisa nos pilló mamá una mañana de Navidad, tan a gusto. Nos venció el sueño.

Mirar para ver

Quiero descubrir todo lo que hay a mi alrededor, por eso tengo que tener los ojos bien abiertos y las orejas también...

¿Qué me recomendais?

Bueno, yo de momento a lo mío que es jugar.

Me encanta jugar

En mi primera Navidad un tal Santa Claus (¿vendrá de Alemania, tio Pablo?) me regaló este impresionante parque de colores y artilugios con los que jugar. ¡Qué pasada!!! Como ya casi no quepo en la minicuna, aquí lo paso en grande a mis anchas: lunas que se mueven, estrellas blanditas y suaves, sonajas que suenan, círculos que giran, Don Gato mirándome y yo tirándole de los bigotes...

Mientras, mamá me canta algo de un señor Martín y un ratón que yo no acabo de encontrar debajo de ningún botón, pero seguiré buscando. ¡Menuda soy yo!

Qué risa!

Ungé, ungé,aaaaay,ggggggggge,ggggggggge,gggggeeeeeeeeee,ahhhhhhhhhhy,hhhhhhhhggggggggeeeee,uuuuuay....

Ya somos tres

Por fin están aquí, al menos en este mundo de aire y colores. Primero vine yo y esta semana han nacido Martina y Rebeca. Aún recuerdo aquella tarde juntas en las barrigas de nuestras mamás. Mientras ellas tomaban té y hablaban de esas cosas de embazarazas primerizas, entre risas, nosotras practicábamos nuestras particular danza del vientre... aquella que nos une hasta el infinito. Qué bien!

Gimnasia mañanera

Dice mi madre que tengo buen despertar. Supongo que no hay nada mejor que abrir los ojos y encontrarme con el sol de invierno que entra por la ventana dándome los buenos días. Eso y luego ver la risa de mis padres, que ayer me llevaron a su cama y entre juegos y carcajadas terminamos haciendo ejercicios matinales de estiramiento. Me encanta disfrutar de mi cuerpo y, mejor, en compañía!!! Os lo recomiendo.

¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS, MAMI!!!

"Manos las de mi madre, tan acariciadoras,
tan de seda, tan de ella, blancas y bienhechoras.
¡Sólo ellas son las santas, sólo ellas son las que aman,
las que todo prodigan y nada me reclaman!
¡Las que por aliviarme de dudas y querellas,
me sacan las espinas y se las clavan en ellas!

Para el ardor ingrato de recónditas penas,
no hay como la frescura de esas dos azucenas.
¡Ellas cuando la vida deja mis flores mustias
son dos milagros blancos apaciguando angustias!
Y cuando del destino me acosan las maldades,
son dos alas de paz sobre mis tempestades.

Ellas son las celestes; las milagrosas, ellas,
porque hacen que en mi sombra me florezcan estrellas.
Para el dolor, caricias; para el pesar, unción;
¡Son las únicas manos que tienen corazón!
(Rosal de rosas blancas de tersuras eternas:
aprended de blancuras en las manos maternas).

Yo que llevo en el alma las dudas escondidas,
cuando tengo las alas de la ilusión caídas,
¡Las manos maternales aquí en mi pecho son
como dos alas quietas sobre mi corazón!
¡Las manos de mi madre saben borrar tristezas!
¡Las manos de mi madre perfuman con terneza!"
("Las manos de mi madre", de Alfredo Espino)

Dientes, dientes...

Sí, ya sé que soy una exagerada. No se puede tener dientes a los dos meses y medio de vida, pero a mí me gusta presumir, ¿qué le puedo hacer? He nacido medio presumida medio caradura jajaja...
La tía Conchi me sacó hace un par de días esta foto y, posando, posando, casi da la sensación de que me están saliendo los dientes, pero es sólo una ilusión...
Bueno, para mis visitantes, a quienes tanto tiempo dejé olvidad@s, gracias por la paciencia... Procuraremos mantener este espacio un poco más despierto.