domingo, 8 de marzo de 2009

Mi primera piñata

La gente mayor es muy rara. Se reúne un montón de personas a beber y a comer y a fumar y tienen conversaciones, cómo no, de gente mayor. A l@s peques nos dejan un espacio para que podamos corretear y jugar entre nosotr@s. En realidad yo me divierto con cualquier cosa y en la casa de la tía Conchi descubrí todo un mundo de sensaciones: tiene una nevera llena de imanes con los que puedo jugar porque están en la puerta de abajo y, por tanto, a mi altura; además, en su habitación encontré una familia de elefantitos y cuerdas de las que tirar. Me lo pasé pipa...


Pero, sin duda, el mejor momento fue cuando hicieron una piñata. Yo no sabía lo que era, pues en casa de Gael y de Luca lo había visto pero aún era tan pequeña que no pude participar demasiado de la fiesta. Un mayor es el encargado de sujetar una gran caja de cartón de la que cuelgan varias cintas de colores y l@s peques tenemos que tirar de ellas.


Y lo mejor viene ahí: empiezan a caer chuches, golosinas y un montón de juguetitos. Gael y Luca, como son mayores que yo, ya tienen experiencia en esto y sabían qué había que hacer. A mí me pilló un poco desprevenida, pero me encantó la experiencia. Eso sí, para la próxima fiesta, ya estoy sobre aviso jejeje...


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