Es que me encantaba juguetear ahí dentro. Se estaba tan a gustito... Ahora también, claro, pero aquí fuera hay muchos más ruidos...
Eso sí, me encanta descubrir las caras de todas esas personas que antes me hablaban y de las que sólo conocía sus voces: abuelas y abuelos, mis tías y tíos, la familia riofriense...
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